Es una situación que muchos dueños de perros enfrentarán en algún momento durante la vida de su perro: su perro de repente comienza a sentirse pegajoso e inseguro sin razón aparente. Esto puede manifestarse de varias maneras, incluyendo pegarse a un costado como pegamento cuando está en casa e incluso siguiéndolo cuando sale de la habitación, o cuando ladra y llora cuando lo deja solo, o se vuelve destructivo y se ensucia dentro de la casa.